El Gobierno nacional ultima los detalles de un decreto que cambiará de manera profunda el rol de la Dirección Nacional de Migraciones, incorporando un nuevo organismo con capacidad para realizar controles, detenciones y expulsiones en puntos de ingreso al país. La medida busca modernizar el sistema migratorio y alinearlo con estándares internacionales, especialmente con el modelo de los Estados Unidos.
Según fuentes oficiales, la estructura a crear no implicará una nueva fuerza de seguridad, sino un cuerpo especializado que trabajará en conjunto con la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) sin superposición de competencias. La iniciativa forma parte del acuerdo firmado este año entre el presidente Javier Milei y el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, en el marco del proceso para incorporar a la Argentina al Programa Visa Waiver.
El nuevo esquema toma como referencia el funcionamiento norteamericano, donde conviven oficinas con tareas diferenciadas: USCIS para tramitaciones administrativas, ICE para investigaciones y detenciones, y CBP para la supervisión fronteriza. La intención del Ejecutivo es replicar un formato similar para reforzar el control migratorio en aeropuertos y pasos terrestres.
La reforma se suma a una serie de cambios que el Gobierno ya introdujo en las fuerzas federales, inspirándose en modelos como la Guardia Nacional, la TSA o el FBI. En ese marco se creó el Departamento Federal de Investigaciones (DFI) y se redefinieron funciones de Gendarmería, Prefectura, PSA y el Servicio Penitenciario Federal.
En lo referido a Migraciones, el proceso de transformación comenzó en mayo, cuando se endurecieron los requisitos de ingreso, se limitó la residencia precaria, se habilitó el rechazo inmediato en frontera y se impusieron restricciones para quienes ya hayan tenido órdenes de expulsión o antecedentes. También se establecieron nuevas reglas para acceder a servicios públicos y obligaciones adicionales mediante declaraciones juradas.
El decreto en elaboración busca completar esta reestructuración y consolidar un sistema migratorio con mayores capacidades operativas, controles más estrictos y un funcionamiento coordinado entre varias agencias. En la Casa Rosada consideran que la reforma será un paso determinante para cumplir con las exigencias del Visa Waiver y fortalecer los mecanismos de seguridad en el país.
